Un sistema tan sofisticado necesita un conjunto excepcional de accesorios para facilitar la multitud de funciones que incorpora. Estos accesorios son los terminales PORT (Personal Occupant Requirements Terminals). Nuestro nuevo conjunto de terminales PORT presenta una serie de especificaciones que contienen un hardware interno estandarizado. Sea cual sea la aspiración arquitectónica o el requisito funcional en un punto de contacto concreto, hay un terminal PORT para satisfacerlo.
La tecnología PORT ofrece más funcionalidades que cualquier otro sistema de elevadores de la historia, posee características únicas en constante evolución. Además de proporcionar el uso más eficiente de un grupo de elevadores, los pasajeros disfrutarán de viajes más cortos, con un número mínimo de paradas intermedias. Además, las características de seguridad implícitas en el diseño garantizan la tranquilidad durante todo el viaje.
La tecnología PORT tiene sus raíces en los 30 años de experiencia inigualable de Schindler en un sistema conocido como Maniobra de llamadas de destino, que mejora radicalmente la eficiencia de la gestión del tráfico de un grupo de elevadores.
En los años 90, la altura de los edificios empezaba a verse limitada por el número de elevadores adicionales necesarios para ofrecer un buen servicio, adicional de un enfoque capaz de registrar a los pasajeros para ofrecer un mejor servicio de viaje. Sin embargo, nadie en el sector había sido capaz de crear un sistema práctico basado en este concepto. En 1992 Schindler presentó Miconic 10, el primer sistema práctico de destino que revolucionó el mercado. A principios de la década de 2000, cuando quedó claro que la maniobra de llamadas de destino era el camino a seguir, otras empresas ofrecieron productos, pero para ese entonces Schindler ya estaba en su segunda generación de este sistema, ¡y PORT es la tercera!
Cuando un pasajero indica al sistema PORT el destino que desea, ya sea a través de un terminal, una tarjeta RFID o un teléfono inteligente, el sistema analiza todas las combinaciones posibles de formas en las que se puede realizar este trayecto teniendo en cuenta todas las demás llamadas del sistema y el despliegue actual de cada elevador. Mediante un algoritmo especial que representa muchos años de investigación, se comunica al pasajero a través del terminal o del teléfono el elevador que tomará su viaje; a continuación, el usuario puede situarse frente a la puerta del elevador asignado, ingresar y así ser transportado con mínimas paradas a su piso destino
Creemos que el sistema de distribución PORT representa actualmente la máxima expresión del sector. Pero no nos quedamos de brazos cruzados. Cada año obtenemos más datos, provenientes de los miles de unidades que tenemos en funcionamiento en todo el mundo, y nuestros equipos de investigación los utilizan para mejorar progresivamente el rendimiento. ¡No tenemos intención de renunciar a nuestro liderazgo en materia de rendimiento!
La eficiencia en un elevador puede entenderse generalmente bajo dos aspectos, ambos relacionados: La eficiencia en la gestión de pasajeros y la eficiencia energética.
La velocidad a la que un elevador puede gestionar los pasajeros es, por supuesto, fundamental para el funcionamiento general del edificio. En un edificio de oficinas, por ejemplo, especialmente durante las horas pico, si el número de elevadores instalados no puede trasladar de modo eficiente a las personas a su destino se formarán colas, lo que molestará a los pasajeros y rebajará el prestigio de la instalación. Una instalación PORT garantiza que los pasajeros que viajen al mismo piso ingresen a la misma cabina del elevador. Esto significa que el número de paradas que hace la cabina en su viaje por el edificio es mínimo, lo que reduce el tiempo en que estará de vuelta disponible para su siguiente viaje. Al llegar cada cabina al lobby con más frecuencia, se genera una mayor capacidad para atender a los pasajeros que llegan y la gestión del tráfico es mucho más eficiente.
En cuanto a la eficiencia energética, debemos señalar que, de forma individual, cada elevador Schindler está equipado con lo último en tecnología de tracción y materiales para proporcionar los más altos niveles de eficiencia. Pero con PORT vamos aún más lejos. Un elevador PORT puede funcionar de tal manera que el propio grupo puede ganar en eficiencia energética mediante una función que denominamos Opción de control de energía o ECO (por sus siglas en inglés). En el modo ECO, el sistema proporciona un tiempo de espera aceptable para todos los pasajeros, al tiempo que los atiende de forma energéticamente eficiente. Esto resuelve el problema habitual de los grupos de elevadores que consumen la mayor parte de la energía cuando la demanda de pasajeros es baja. Cuando hay pocas llamadas de pasajeros, como ocurre la mayor parte del día, un elevador puede recoger a cada pasajero muy rápidamente y, sin apenas otros ocupantes en la cabina, transportarlo rápidamente a su piso de destino. De este modo, los elevadores tienden a recorrer largas distancias para pocos pasajeros. Además, como los elevadores suelen estar contrapesados al 50 % de la carga, las cabinas del sistema se mueven en estado de desequilibrio, lo que no es eficiente desde el punto de vista energético. El modo ECO resuelve este problema. Para ahorrar energía, el modo ECO puede utilizar menos elevadores con más personas por cabina, lo que se traduce en viajes más cortos y un mejor equilibrio de la carga. Como consecuencia, el modo ECO minimiza el uso de energía de los elevadores y a la vez cuida que los tiempos de espera de los pasajeros no superen un nivel determinado: satisfacción del cliente y máxima eficiencia energética al mismo tiempo.
La seguridad está integrada en el corazón de un sistema PORT y puede operar en muchos niveles diferentes. Cuando ya existe un edificio o, de hecho, un sistema corporativo global, existe un sencillo régimen de interfaz para integrarlo sin problemas. Sin embargo, hoy en día, muchos clientes, al conocer los numerosos niveles de seguridad integrados en el sistema PORT, han querido incorporarlo al núcleo de su estrategia de seguridad del edificio.
El núcleo del concepto de seguridad de PORT es identificar al cliente para poder atenderle. Así, por ejemplo, cuando un cliente muestra su tarjeta RFID en una terminal, no solo consigue entrar el edificio, sino que se le indica a qué elevador debe dirigirse para llegar a su destino habitual. Los elevadores PORT tienen terminales con un lector de tarjetas integrado, lo que significa que, donde esté colocado, puede tener lugar una transacción de seguridad. A menudo se trata de una terminal en la que el elegante diseño de PORT puede integrarse fácilmente. O bien, si es necesario, Schindler puede suministrar nuestras puertas de terminales exclusivas.
Además de una solución de tarjeta RFID, myPORT ofrece un nivel de funcionalidad aún mayor que puede utilizarse junto con las tarjetas o como sustituto de estas.
Por último, aunque esta sección trata principalmente de PORT en relación con los elevadores, el sistema puede ampliarse en gran medida para proporcionar todos los aspectos del control de acceso al edificio. Esto se detalla en el apartado Acceso PORT.
Todos los aspectos del diseño de PORT están destinados a mejorar la impresión del pasajero. Queremos que cada contacto con nuestros usuarios les proporcione una sensación de seguridad, confort y comodidad. Desde el momento en que entran en un edificio y, sin tener que tocar ninguna superficie, acceden, caminan hasta su elevador y son transportados rápidamente a piso de destino: nuestro objetivo es provocar una sensación de bienestar, rapidez, fluidez y un servicio personalizado.
Aprendemos adónde suelen querer ir en determinados momentos y nos anticipamos a sus necesidades, asignandoles siempre un elevador que no esté demasiado lleno y que llegue a su destino sin muchas paradas intermedias y, sobre todo, que sientan que cada viaje que realizan es considerado por PORT como de gran importancia.